El camino que lleva a las playas más atractivas y populares de las inmediaciones de la capital del estado lentamente se llena de “tiraderos” de escombro.
El avance en la remodelación del puerto de Pichilingue, a cargo de la Administración Portuaria Integral (API), se encuentra a menos del cincuenta por ciento.
“Estamos libres en Baja California Sur de las enfermedades del cerdo y de las enfermedades de las aves”, aseguró Álvaro Gómez Reynoso, delegado estatal de la SAGARPA.
Que dice mi mamá que siempre no. Hace unos días, el gerente general de Administración Portuaria Integral (API) en Baja California Sur (BCS), Jesús Robles González, anunció la llegada de 27 embarcaciones a la entidad que movilizarían a más de 20 mil pasajeros, sin embargo, debido a la violencia en Sinaloa, las navieras Crystal Symphony y Carnival Spirit, que atracan en el puerto de Mazatlán y de La Paz, han cancelado su ruta por el Pacífico, obligando al sector turístico a olvidarse de más de 28 millones de pesos que se tenían proyectados por la visita de los cruceros.
“No puedo darle continuidad a algo que no existe”, señala Álvaro De la Peña Angulo, titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en el Estado, cuando habla de “blindaje” en Baja California Sur (BCS).
Nuestros lectores opinan: