Dos peritos diferentes en materia de criminalística de campo ofrecieron versiones que coinciden con que Daniel Sánchez Ávila no disparó contra Jonathan Hernández Ascencio.
Él, su familia y amigos cumplieron. A las cinco de la tarde Daniel Hernández Aguirre se encontraba en el zócalo del Palacio de Gobierno exigiendo justicia, después de una charla matutina con el gobernador Marcos Alberto Covarrubias Villaseñor, donde al padre de Jonathan le sugirieron guardar silencio ante los medios de comunicación, además de ser evidente lo desinformado que mantienen al gobernante, los propios trabajadores encargados de las áreas de seguridad.
Todo deseo verdadero de cambio, una pequeña muestra de valor, unión; lo mínimo necesario para ser parte de una evolución de conciencia colectiva, conformar una sociedad crítica.
Durante la entrega del sexto informe de gobierno del Ejecutivo Estatal, el Congreso del Estado se vio invadido por mantas y cartulinas, rechiflas y abucheos que intentaban ser acallados con aplausos oficiales, entre los manifestantes contra el gobierno saliente se encontraba el padre del joven asesinado hace más de un año en el malecón de La Paz, Jonathan Hernández Ascencio.
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