La secretaría (de Medio Ambiente y Recursos Naturales) no debe otorgar la autorización del proyecto cabo Cortés “a modo”, si no que la debe revocar, y Hansa Urbana, si lo desea, debe someter un nuevo proyecto que no considere las violaciones a ordenamientos locales y afectaciones al arrecife de Cabo Pulmo.
Los senadores Luis Coppola Joffroy, Francisco Javier Obregón Espinoza y Guillermo Tamborrel Suárez exhortaron a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales a considerar, en el ámbito de sus facultades, la revocación definitiva de la autorización de impacto ambiental otorgada al proyecto Cabo Cortés, debido a las afectaciones que pudiese ocasionar dentro del parque nacional marino Cabo Pulmo.
La ambición de poder y la necesidad de ganar las próximas elecciones del seis de febrero del años 2011, han llevado al actual Gobernador a dejar en completo abandono las reservas de la Sierra de La Laguna, Cabo Pulmo y Estero de San José y comprometer el patrimonio de Los Cabos ante empresarios de Cabo Riviera y de Cabo Cortés.
La compañía española Hansa Urbana tiene prometido crear viviendas para los trabajadores del proyecto (constructores), mismos que serán contratados desde otras partes, para ocupar Cabo Pulmo, según Pedro Zapata, unos 30 mil trabajadores en 10 años, pues la propuesta de Hansa es trabajar en la zona por alrededor de 60 años, “y no nada más eso, en toda la manifestación de impacto ambiental de Hansa no hay ningún apartado que hable del impacto social que traerían todos esos trabajadores, que serían probablemente decenas de miles”.
La resolución de nulidad en materia de impacto ambiental, emitida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) al proyecto Cabo Cortés, de la corporación española Hansa Urbana, no es definitiva ya que deja abierta la posibilidad a que la misma dependencia siga otorgando permisos para construir el megaproyecto en predios aledaños al Parque Nacional Marino de Cabo Pulmo, alertó Alejandro Olivera, coordinador de la campaña de océanos y costas de Greenpeace México.
«Semarnat no ha cancelado definitivamente el proyecto de Cabo Cortés (…) el mega desarrollo aún es una amenaza», advirtió el coordinador de la campaña de oceános y costas de Greenpeace México, Alejandro Olivera-
El municipio de Comondú, con apoyo del gobierno de Baja California Sur, está empeñado en vender la isla Punta Belcher, zona que debía estar bajo la protección federal por ser parte de la reserva de la biosfera de las islas del Pacífico.
Pese a la insistencia del gobernador para que sea aprobado, la oposición al proyecto sigue creciendo, por considerarlo depredatorio del sistema coralífero de la región.
Al rechazo de grupos ecologistas en contra el proyecto de desarrollo Cabo Cortés en Cabo Pulmo, se sumaron las del residente más antiguo del lugar, Juan Castro y un grupo de vecinos que integran la asociación Vive Cabo Pulmo.
En el marco de la presentación de la Campaña Cabo Pulmo Vivo, Pablo Uribe, representante del Centro Mexicano de Derecho Ambiental del Noroeste (CEMDA); Roberto López, Director Ejecutivo de Niparajá A.C.; Pedro Zapata, integrante de Niparajá A.C., y habitantes de la localidad de Cabo Pulmo denunciaron ante medios de comunicación, que las autoridades ambientales mexicanas han aprobado la construcción del mega desarrollo Cabo Cortés, a pesar de las varias irregularidades que existen en sus permisos.
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