La pléyade de grupos ambientales, asociaciones de la sociedad civil, y organizaciones no gubernamentales, ayer, de nueva cuenta, levantaron la voz para pedir que se proteja al arrecife de Cabo Pulmo de los efectos que pudiera provocar un desarrollo turístico desmedido en la zona.
“Necesitamos que el Presidente de México se comprometa a proteger esta zona donde habitan cientos de animales y personas, cuya riqueza natural debería ser orgullo para los mexicanos”, sentenció Pia, una niña de nacionalidad francesa que junto a otros veinticuatro niños de distintas nacionalidades y una comitiva del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) hicieron entrega el día de ayer, en la Residencia Oficial de Los Pinos, de una misiva dirigida a Felipe Calderón Hinojosa para que de una vez por todas cancele el proyecto turístico Cabo Cortés, que la empresa española Hansa pretende desarrollar en el Área Natural Protegida Cabo Pulmo.
El día de hoy el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) hará llegar a Felipe Calderón Hinojosa una petición signada por 12,700 personas de 70 países distintos para que cancele las autorizaciones al proyecto Cabo Cortés.
Que el CIBNOR transparente y rinda cuentas sobre asesorías a proyectos que el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), Medio Ambiente y Sociedad (MAS) y Agua Vale Más que Oro, consideraron contaminantes y controversiales, demandaron ayer las asociaciones civiles y no gubernamentales.
CEMDA y Greenpeace dieron a conocer el contenido del oficio emitido el 19 de abril de 2012 por la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA), en la cual se señala que el proyecto Cabo Cortés, promovido por Hansa Baja Investments, incumple 9 de 20 condicionantes de su autorización de impacto ambiental (AIA).
El Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste fue la institución contratada por la minera La Pitalla para realizar los estudios impacto y riesgo ambiental (MIA) así como un estudio “técnico justificativo” para el cambio de uso de suelo en los terrenos forestales del municipio de La Paz donde la subsidiaria de la empresa canadiense Argonaut Gold pretende establecer una mina de oro a cielo abierto.
Greenpeace anunció ayer contar con información para asegurar que el proyecto Cabo Cortés incumple diversas condicionantes sobre los impactos ambientales que puede provocar a la reserva marina de Cabo Pulmo.
Antes de culminar su periodo de sesiones el Senado citó a comparecer al titular de la Semarnat, Rafael Elvira Quesada, para que informe en torno a los procedimientos que se siguieron para emitir autorizaciones para el proyecto inmobiliario Cabo Cortés.
Tras la reunión sostenida entre la Convención Ramsar, de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y de la Organización Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) con organizaciones ambientalistas como el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), Greenpeace y miembros de la comunidad de Cabo Pulmo, en torno al caso del desarrollo turístico Cabo Cortés, se espera que la Misión UNESCO-Ramsar emita recomendaciones al estado mexicano con el fin de “fortalecer las políticas para la protección de Cabo Pulmo”, así como emitir un pronunciamiento sobre la toma de decisión en cuanto a Cabo Cortés, comentó Agustín Bravo Gaxiola, coordinador regional de la zona noroeste del CEMDA.
Tras asegurar que algunas organizaciones ambientalistas, sin contar con pruebas sustentadas en investigaciones serias, le están haciendo un gran daño a los habitantes de La Ribera al pretender frenar desarrollos sustentables, aseguró que la Comisión Ambiental CAM, apoya firme y decididamente proyectos que protegen el medio ambiente y existen mecanismos legales y ambientales que permiten tener confianza en que hay un equilibrio entre el desarrollo de Cabo Cortés y el medio ambiente.
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