La columna de Bobby García.
Baja California Sur contigo…mientras el desempleo, la pobreza y la miseria recorren toda la entidad vestidas de robos a tiendas, Oxxos y cerveza en cada esquina y payasos, malabaristas y equilibristas por todas las calles de esta ciudad de miles de baches lluviosos.
Muchas de mis colaboraciones se refieren a la vida sacrificada de mi querida cachanía pero también a sus vivencias que enchinan la piel de contento y alegría.
Siempre me he preguntado si fue Dios o el Diablo quien puso en el camino a José Rosas Villavicencio para que encontrara las bolas de cobre que darían vida a Santa Rosalía.
Miles y miles de niños y jóvenes ya cayeron en cuenta que en estos días tendrán que regresar a sus escuelas. Muchas familias se preparan para que su hijo (a) entre a preescolar o primer año de primaria.
De un día para otro el gobernador se sacó de la manga la política pública de “valor sudcaliforniano”. Se promocionó por los medios en un mensaje que pretendió crear la opinión que el gobierno “panista” antepondría el bien común a los intereses del nuevo grupo en el poder.
Estos 20 días que me ausenté de su diario preferido, El Peninsular y Peninsular Digital, fueron unas vacaciones que verdaderamente las disfruté –no como las debe haber disfrutado la familia real choyera en Londres- ya que era un descanso que mi cuerpo pedía.
Desde antes que iniciara el gobierno del “valor sudcaliforniano” Marcos Covarrubias, en algunas de mis colaboraciones he insistido en la necesidad –obligación de honestidad- de instituir la Contraloría Ciudadana, ya que los doce años de alta rapiña practicados por Leonel Cota y su primo Narciso Agúndez, así lo amerita.
Desde muy joven me interesé en la lucha minera. Después avancé en la lucha de las sardineras, los eventuales, trabajadores de las tiendas, los taxistas y una larga etcétera.
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