Quien piense que Putin va a desistir de sus planes de convertir a Rusia en el mayor imperio del mundo, se equivoca.
Sus delirantes obsesiones se van materializando paso a paso. Quiere de regreso las 14 repúblicas que formaban la antigua URSS.
Ucrania, es solo un eslabón más de esta cadena de países que el Kremlin sueña con recuperar. Está en la mira Georgia. Ya tiene a Bielorrusia como estado satélite, Crimea se lo anexó el 18 de marzo del 2014, y el plan sigue su curso.
Rusia ha desafiado a occidente abiertamente. Sus amenazas de recurrir al uso de armas nucleares fueron lanzadas abiertamente el 24 de febrero el día del inicio de la invasión a Ucrania, cuando Putin advirtió “a cualquiera de las partes que interfiriera, con consecuencias como nunca se ha visto en toda su historia”
Y si algo ha quedado claro en los 22 años que lleva al frente de Rusia es que este hombre no es de andarse con bromas o amenazas huecas.
Los rusos hoy tienen una superioridad militar sobre el resto del mundo ya que cuentan con misiles balísticos hipersónicos, que lo mismo pueden llevar una carga explosiva convencional que una ojiva nuclear.
“El Kinzhal, (daga en español) es un misil hipersónico que puede viajar a 5 veces la velocidad del sonido, mas de 6000 km/h. Llevado por aviones de combate MiG-31K, puede volar a 10 veces la velocidad del sonido, 7.672 millas por hora (12.347 kilómetros por hora)- y puede alcanzar un objetivo a unas 1.250 millas (2.011 kilómetros) de distancia”.
Por su velocidad, maniobralidad y altitud los misiles son difíciles de detectar e interceptar lo que los vuelve casi invulnerables para ser detenidos.
Los Kinzhal ya los está usando Rusia en la guerra contra Ucrania.
El ejército ruso afirmó haber disparado un misil balístico hipersónico para destruir un gran sistema subterráneo que contenía misiles y munición de aviación en Ivano-Frankovsk, al oeste de Ucrania.
Además del Kinzhal el ejército ruso cuenta con otros dos misiles hipersónicos el Zirkon y el Avangrad, que al parecer son superiores en velocidad y alcance.
Hasta el momento ningún país tiene un sistema de defensa capaz de detener estas armas que pueden ser lanzadas desde aviones, buques, submarinos o plataformas móviles terrestres.
Las probabilidades de que Putin pueda emplear armas nucleares de bajo impacto en una guerra local como la que hoy se está desarrollando sin que esto implique la aniquilación de la especie humana ya han sido expresadas por los rusos.
El mundo está frente a la mayor amenaza para la paz mundial desde la segunda guerra mundial. Incluso mayor que la de la crisis de los misiles en Cuba en 1962.
