Lupita Saldaña, la senadora por el PAN, se ha estado moviendo en diversos grupos con el fin de seguir afianzando su carrera política, sin darse cuenta de que es la única que tiene un juego muy claro: Ser gobernadora. Veremos por qué:
Lupita es Senadora por obra y gracia de San Arturo de La Rosa. No porque él la quisiera, sino porque quería pararle las patas a Pancho Pelayo (por cierto: ¿nadie la habrá dicho a éste último que PP2021 se lee como Puro Pendejo y que el “A Pelayo no le fallo” se lo van a cambiar por “Pelayo me la pela” que también rima? Vaya consejeros publicitarios que tiene). La teoría de Arturo era fácil, saco del camino a Pancho desde el 2018 y así no me lo tropiezo el 2021. Le salió de la patada, pues perdió la Presidencia Municipal. Pero dada su amistad con Ricardo Anaya, alias Ricky Riquín Canallín, seguro lo veremos como diputado plurinominal este 2021. Regresando a Lupita, a ella le quedan 3 años más de Senadora.
Si Lupita, por instrucciones de quien manda, se lanza de Presidenta Municipal de Los Cabos, mata dos oportunidades de un solo tiro: Si pierde es cartucho quemado. Si gana, le espera un trienio de crisis económica y de broncas. Sin presupuesto y sin agua (la planta desaladora ya se fue, hasta el 2021-2024. Los cobrones del congreso prefieren más una buena pelea que un mal arreglo. Además, seguirán cobrando) la Presidencia, tal como la deja Armida, es un desastre. Lo único que tendría de bueno es poderla mandar al bote, pues hasta para robar es torpe. Cambiar Senado por Presidencia Municipal es mal negocio.
Si Lupita se presenta como candidata a gobernadora, y quien te dije sigue igual de disperso en sus mañaneras (al contrario que El Picore, haciendo trabajo coherente y calladito), tiene bastantes posibilidades. Cuidarse frente a Rubén, que tiene buen verbo pero larga cola. Del Puchas ni preocuparse, está de zombie; si lo ponen a él es que a MORENA no le interesa Baja California Sur. Eso sí, que Pancho se regrese a Constitución a chingarse sus saquitos de cemento en las obras municipales, y al Cuco una lanita de Agricultura. Lupita gana, y si no gana se regresa al Senado sin plumas manchadas. Ya podrá regresar entonces a la Presidencia Municipal el 2024.
Si yo fuera Lupita se lo diría al Gober así de claro: Quiero la gubernatura, no la presidencia. Además, si el PAN pierde la gubernatura porque ponen a alguien inapropiado, ella podrá ser la dueña del PAN. Porque Arturo y Pancho son como dos diputados del congreso, preferirán seguirse peleando.