En menos de dos semanas nos hemos transformado en el estado con el nivel más alto de contagio del país, 14.91 por cada 100 000 habitantes, con un total de 155 casos confirmados. Superando incluso a la ciudad de México.
Hasta el día de hoy, en el municipio de Los Cabos se han diagnosticados por medio de la prueba SARS-CoV-2, 112 casos positivos. Es decir, el 72.25 % los tenemos en nuestro municipio.
Para darnos una mejor idea del nivel de propagación del virus en nuestra localidad, de acuerdo con lo planteado por el subsecretario de salud Hugo López-Gatell, aplicando el método de Medición del Sistema Centinela, tendríamos que multiplicar ‘el número de casos confirmados por 8.2, lo que nos daría un estimado de 910 personas con COVID-19.
El asunto aquí es que, como lo ha reconocido la autoridad sanitaria, no se han estado haciendo las suficientes pruebas de diagnóstico. Esto nos hace suponer que la cantidad de casos de contagio puede ser por mucho superior al millar.
Una vez que las autoridades sanitarias han reconocido que la pandemia entró de lleno al país y que en nuestro estado se ha estado expandiendo rápidamente, lo que procede es actuar en consecuencia.
Ante la lenta respuesta de las autoridades de los tres niveles de gobierno en Baja California Sur, los habitantes de algunas poblaciones han decidido tomar en sus manos el manejo de la crisis sanitaria y han sellado, literalmente, los accesos a sus comunidades, como es el caso de Todos Santos, Pescadero, Santiago, Mulegé y la isla Trinidad con la finalidad de evitar el contagio entre sus pobladores.
La medida en apariencia drástica, es la correcta, es el mismo procedimiento empleado, en la única ciudad del mundo que ha superado la pandemia, la ciudad de Wuhan, en China. En donde los habitantes hoy gradualmente regresan a la normalidad.
En Los Cabos, estamos en una situación que rápidamente se puede transformar en una verdadera emergencia, si no tomamos medidas urgentes.
Hemos visto hasta el cansancio en otras ciudades del mundo, lo rápido que evoluciona este virus, y en cuestión de días, las cifras saltan dramáticamente de cientos de casos a miles.
Debemos reconocerlo, no estamos preparados para esta pandemia, nadie lo ha estado, por ello es de vital importancia, aplicar las medidas ya definidas en estos momentos para evitar un mayor contagio.
Es el momento de implementar de forma más estricta la instrucción de resguardarse en casa.
Como ha sido señalado en días recientes por el Capitán Juan José Zamorano, Director de Seguridad Pública Municipal, muchas personas continúan llevando sus vidas con toda normalidad y circulan libremente por toda la ciudad lo que los convierte en potenciales transmisores del coronavirus.
Para tener éxito en estas acciones es imprescindible que los habitantes de menores recursos sigan recibiendo alimentos para evitar que salgan a las calles a buscarlos, así como dotarles de agua potable para que puedan cumplir con la higiene básica, condición indispensable para evitar el contagio y permanezcan en sus casas.
Llegó el momento de ser más estrictos, la estrategia diseñada por el gobierno federal es la correcta, ahora solo falta aplicarla puntualmente, incluso sancionando a quienes desacaten la orden de quedarse recluidos en casa.
No hay de otra.