A los miles de trabajadores de diferentes sectores productivos que se han quedado sin empleo por la contingencia sanitaria del COVID-19 en BCS, ahora habrán de sumarse los de la construcción, a partir del domingo 5 de abril, de este año.
El gobernador del estado, Carlos Mendoza, ha anunciado la suspensión de toda obra de construcción pública y privada, esto como consecuencia de la implementación de la Declaratoria de Emergencia Nacional, anunciada el 30 de marzo por el gobierno federal.
No queda claro para nadie, como recibirán estos trabajadores sus salarios mientras dure la contingencia, pues muchos de ellos están empleados a través de subcontratistas los cuales les pagan conforme van avanzando los trabajos en la obra. Y lo más seguro es que se irán a sus casas solo con las gracias.
Las posibilidades de que se levante la cuarentena para fines de este mes, es una mera ilusión, existen muchas probabilidades de que esta se extienda hasta agosto o septiembre, como lo señaló recientemente Hugo López Gatel, subsecretario de Salud.
Bajo este escenario, sería muy oportuno que el gobierno de Baja California Sur, vea la posibilidad de organizar el traslado vía aérea de trabajadores eventuales a sus lugares de origen, toda vez que estarían en mejores condiciones de lidiar con la contingencia cerca de sus familiares. Muchos de ellos son gente de campo que de alguna forma cuenta con siembras y animales de rancho, lo que les daría posibilidades de subsistir de una mejor manera.
Esta medida en el pasado ya se ha implementado, como ocurrió a los pocos días de que el huracán Odile azotó a Los Cabos en el 2014.
En aquella ocasión, en aviones de la Fuerza Aérea y particulares se estuvo evacuando a personas de bajos recursos que no contaban con medios de sustento para permanecer aquí.
Hacer esto nuevamente ayudaría en mucho a bajar la presión social que provocará la enorme cantidad de personas desempleadas que estarán deambulando por la ciudad en busca de alimento.
Situaciones extraordinarias requieren medidas extraordinarias.
Es por ello por lo que vendría bien abrir la válvula de escape que es ayudar a quienes se quieran regresar a su lugar de origen y que se han quedado varados aquí y no tienen la forma de hacerlo.
La vida en este paraíso tropical, se puede volver un infierno para quienes no tienen trabajo, dinero ni medios de subsistencia.