En casi la mitad de la República se comienzan a reportar casos de contagio.

México…Epidemia en proceso

Apenas el día 2 de marzo, las autoridades sanitarias de nuestro país, se mostraban optimistas y confiadas en que el clima, el buen ánimo de los mexicanos y los conjuros lanzados desde las mañaneras, terminarían ahuyentando al temible COVID-19. Hasta ese día el número de infectados confirmados se mantenía en 5 casos, con 21 sospechosos. El sábado 14 de marzo, se reportaban 26 casos de contagio confirmados. Este fin de semana la cifra aumentó a 41, y este lunes 16 de marzo, los casos confirmados son 53, con 176 sospechosos.

 Los estados con casos confirmados son Coahuila, Nuevo León, Durango, San Luis Potosí, Jalisco, Querétaro, Estado de México, CDMX, Puebla, Oaxaca, Chiapas, Quintana Roo, y Yucatán.

En casi la mitad de la República se comienzan a reportar casos de contagio y ya no solo son aquellos de viajeros internacionales, sino, lo más preocupante, por contacto con ellos.

Ante la inacción oficial, las universidades privadas, decidieron de manera unilateral suspender clases, como medida preventiva. El día 12 de marzo, el Tec de Monterrey, fue la primera institución educativa en tomar esta medida.

Este salto en los casos de contagio ha obligado al gobierno federal a declarar el paso a la fase 2 del programa de contingencia frente a la pandemia que entre otras cosas recomienda, que en las entidades públicas y privadas se suspendan “todo tipo de eventos con bajo impacto económico” así como la suspensión de clases en todos los planteles educativos desde kínder hasta universidad a partir del 20 de marzo.

En medio de un mar de anuncios contradictorios, nuestras autoridades sanitarias, en los hechos, caminan en sentido contrario a las recomendaciones dadas por la Organización Mundial de la Salud, OMS, que recomienda la suspensión de eventos masivos y propone el distanciamiento social.

Mientras que se encienden focos rojos en todos los estados, el presidente Lopez Obrador, continúa sus giras repartiendo besos y abrazos a diestra y siniestra, tirando por los suelos las recomendaciones emanadas de sus funcionarios de salud pública.

 En la CDMX, como un tributo a la cerrazón oficial, se realizó, contra toda lógica, el evento masivo, Vive Latino 2020, en el autódromo Hermanos Rodríguez, a pesar de que cerca de 20 grupos musicales cancelaron su participación ahí. Ese evento reunió a 40 mil personas. Pero eso sí, muy precavidas las autoridades a todos los asistentes se les ofreció gel antibacterial.

 En tanto, aquí en Los Cabos, posponer las fiestas de San José del Cabo, programadas para el día 19 de marzo, sería una medida oportuna e inteligente de parte de las autoridades para contribuir en este esfuerzo colectivo para disminuir los riesgos de contagio en Los Cabos.

El pretexto para no tomar medidas en torno al COVID-19 por temor a ahuyentar al turismo es infundado. El turismo se ausentará no por nosotros, sino por las acciones tomadas en sus propios países de origen. Y lo que más nos debería de preocupar es que en las próximas semanas tendremos a miles de personas sin empleo y sin dinero, pues al no haber turistas, hoteles y restaurantes tendrán que poner a descansar a sus empleados.

Si a esto si le sumamos el riesgo de propagación del virus, nos pone en una situación preocupante, máxime que tenemos una condición geográfica parecida a una isla.

Es el momento de que las autoridades demuestren liderazgo y carácter para hacerle frente a contingencias mayores y no se diluyan en frivolidades e ineptitud.

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