Si eres gente de aquí, o si nos visitas de fuera, es un lugar obligado.

Crónicas de los tiempos de la 4T: El mesón de Carlota

Yendo de aquí pa allá pasandito, viniendo de allá pa acá endenantes de llegar a El Triunfo, está a mano derecha, y yendo contrario sensu obvi, se encuentra el restaurant El Mesón de Carlota, local de comida regional. Bueno, con algunos platos de típicos de la comida regional sudcaliforniana, porque desayunar huevos no es muy exclusivo de este desolado páramo que llamamos sub california; pero llevarte a la boca un par de huevos tampoco es muy exclusivo de nosotros, ni del Secretario, pero acompañarlos de tortillas de harina hechas a mano, si estás de suerte amasadas con requesón y bajártelos por el gaznate con un cafecito de olla o un té de damiana,  eso si ya le da un tinte regional que vale la pena degustar.

Si eres gente de aquí, o si nos visitas de fuera, es un lugar obligado, si eres gente de aquí, pero eres un snob panochero que desayuna en Dulce Romero o paga cientos de miles de pesos por un café del Starbucks, ni pierdas tu tiempo, ahí no vas encontrar espinacas ni alcachofas ni jengibre ni deslactosados ni gluten free ni free the tibet ni nada de esas cosas; si te gustan los huevos benedictinos, es porque estudiaste con los Legionarios jajaja, ese me gusta.

Ahora, si no eres de esa gente que la criaron con leche Alianza de la Conasupo y ahora toman pura leche de almendras, de coco, de burra, algun@s, y no quiero decir nombres porque están muy pinche caras las demandas ahorita, pregúntenle al Aguayo verás, cuántas pinches tortas tiene que vender para pagarle los diez melones a Moreira, pero bueno, decía sin decir nombres que esa gente es bien mamona, incluso sacan leche de un mamey, díganme si no son, no cabe duda que la intolerancia a la lactosa es cabrona;  pero pues si tu salud gastrointestinal no es muy óptima, si por todo te inflamas y te pedorreas, si calculas que por tantita manteca kuino que te comas vas a andar como dragón porque tu esófago ya dio lo que iba a dar, o simplemente tu intestino es de tránsito lento y te arde el cicirisco por cualquier condimento, ve bajo tu propio riesgo, o mejor quédate en tu casa y tómate un vaso de agua. Si vas a sentir que traes un tizón prendido en el zalate, con los divertículos más sangrantes que los estigmas de nuestro señor Jesucristo y acabas con el calcetín volteado, la empresa no se hace responsable.

Hecha la anterior advertencia hemos de decir que jijuesuputamadre qué buena esa la barbacoa que venden ahí los fines de semana, acompañada con frijolitos, ensalada de papa y tortillas de maíz hechas a mano ad hoc e ipso facto; disculpen los latinajos pero me compré un librito de locuciones latinas y ando haciendo que desquite los 80 pesos que me costó el güey.  ¿En qué íbamos? Ya dije lo de la manteca kuino, lo del cicirisco, lo de los legionarios, ya le tiré un chingacito al secretario a ver si se pone guapo, digo, que guapo ya está ;-), ah sí!, la pinche barbacoa:  ¡puchi mano qué buena! Y te la sirven con una salsita que pica, otra que no pica y una pica más o menos, para que no agredas al guachoma.

Además de la barbacoa de res que está deliciosa, los fines de semana ofrecen pozolada de puerco depilado con cera, por si eres de esa gente que le da asco sentir los pelitos en la boca como mi compadre, cocido, ahí si no les sabría decir si es de corva como lo hacen acá en el sur o de la mera rodilla con su respectivo tuétano, de ese hueso gordo que le chupas un chingazo de médula y se te nubla la vista, pero como somos hombres y no payasos, lo acompañamos con una tortilla de maíz con mayonesa.  Los burritos de machaca, las empanadas de carne, de las de ahora de esas de gente huevona de carne deshebrada, pero también de frijolito dulce y de picadillo, las meramentes de carne, supongo que tienen un ollón de carne bien picadito para las empanadas, esas empanadas que les desgastaron los diskettes  del espinazo a más de dos nanas de aquí de la Baja, con su pasitas y toda la cosa, obvio acompañadas con sus frijoles y su little cheese gay, o sea, su quesito fresco, a la bestia, se me hace que ya de a tiro me voy a dedicar a escribir en el idioma del Bardo.

El local es una agradable palapa que tiene como fondo el paisaje serrano de grises mezquites, palos blancos y cardones, amenizan el lugar unas polkitas viejas tipo El Tupé, la música que se tocaba en los bailes de antes, La Güera, El Chaverán y muchas otras que por ser de aquí y de antes, forman parte de los cuadros folclóricos del estado, no es una música estridente y naca como la que ponen en los mariscos. Si la comida es rica y el lugar confortable y acogedor, el servicio es todavía mejor, la rapidez y la amabilidad con que te atienden es de verdad difícil de encontrar en el estado, y si la comida es buena, el lugar agradable y la atención excelente, lo mejor todavía son los precios, precios muy prudentes y acordes a lo que se ofrece, no como en otros lados, incluso en restaurantes del mismo tipo que están de igual manera en otros tramos de la carretera, donde se hacen los chistosos, pero entre risa y risa te sacan los pinches ojos por dos burritos machaca, y machaca de res no crean de que de venado, y si es de burro ni me la saquen.

Quiero aclarar eso de que si eres vegano o muy delicado para comer no vayas, son mamadas mías, la verdad no quisiera que alguno de los dos lectores que tengo dejara de ir porque piense que no puede comer algo fifí allá, lo que quiero decir es que es un lugar de comida regional, muy buena comida, eso es lo que van a encontrar ahí, si piensas ir hasta El Triunfo comerte un homelees, pinche corrector, un omelette de alcachofas y un café descafeinado con leche deslactosada porque ocupas subir al face que anduviste en El Triunfo, pues bueno,  el servicio es tan bueno que puede que te lo preparen, pero pues qué necesidad de ir hasta allá a caer gordo.

Muy buen lugar, sumamente recomendable, atendido por gente profesional, que sabe su trabajo, y sobre todo, un lugar que le urgía al pueblo, un lugar donde te atiendan con amabilidad y no como en el café ese que aparte de que te tratan bien mal, te cobran un huevo y la mitad del otro por un café, ya no digamos si pides algo para comer, tiene que andar acompletando ahí la palomilla con todos sus huevillos para poder tragar cuando vas de paseo a El  Triunfo.

Hay que ir a pasear a El Triunfo palomilla, ahora si hay donde ir a comer bueno, bonito y barato. Pinche gringo ladrón, sanababich.

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