Este país llevado a niveles absurdos de corrupción y violencia, es la herencia que han recibido los mexicanos de parte de un sistema injusto en donde todos los partidos políticos tradicionales, sin excepción han tenido responsabilidad en mayor o menor grado. Morena se salva en parte, como instituto político por lo reciente de su formación.
La patria fue tomada por décadas como botín por bandas criminales incrustadas dentro de prácticamente todas las esferas de gobierno. No se han salvado el sector salud, PEMEX, la SEP, PROFECO, SEMARNAT, y todas las demás dependencias federales que se transformaron en guarida de bribones que pusieron en venta al mejor postor todo. Contratos, concesiones, permisos, bienes nacionales, todo.
De este desvergonzado saqueo no se salvan cuando menos desde Salinas, todos los presidentes. Los casos más escandalosos los protagonizaron, Fox, Calderón y Peña Nieto. Con ellos delincuencia y corrupción fueron llevados a niveles nunca antes vistos. Bajo sus gobiernos se dio la orden de saquear al país entero.
Ahora aquí están las consecuencias.
A ellos se debe el triunfo de AMLO.
Para millones de mexicanos, cambiar al sistema resultaba impostergable.
Y así lo hicieron sentir cuando optaron por Morena. Como me ha dicho recientemente un amigo comerciante. “Voté por Obrador y me ha decepcionado, pero aún así volvería a votar por él, con tal de que no regresen a gobernar los que tanto nos dañaron”.
Yo me quedo con esa reflexión.
Debemos seguir en busca de la esperanza perdida y ayudar a que este país cambie realmente.
Es una gran oportunidad que no debemos de perder.