Ganar las elecciones, fue una gran hazaña, reconstruir, para cambiar el país, será una labor titánica

“No se dejen rodear por lambiscones”

Apenas hace unos días, López Obrador se reunió con los diputados, presidentes municipales y gobernadores de Morena recién electos y entre otras muchas cosas, les pidió que “no se rodeen de lambiscones, de personas zalameras”. Es de llamar la atención que Andrés Manuel les haga esta recomendación a sus correligionarios, porque además les agrega que tendrán que gobernar con austeridad, con sencillez, pensando en la gente. Y de remate les pide que los sueldos de todos los funcionarios púbicos sean reducidos a algo así como, a         $ 40 000 pesos mensuales, los mejor pagados.

En algunas partes, dice Obrador, que el sueldo de un regidor es de $ 140 000 pesos. Imagínense ustedes cuanto ganará el presidente municipal. Con el plan de austeridad republicana propuesto por AMLO, parece que estos sueldos irán a formar parte del museo de la ignominia y será cosa del pasado el saqueo al que ha sido sometido nuestro país. Al menos eso esperamos la mayoría de los mexicanos.

Convertirse en político profesional mexicano y a través de esto llegar a ocupar cargos públicos o de elección popular, siempre había sido la ruta corta de algunos individuos para progresar económicamente. Se volvió una practica constante el enriquecerse de esta forma. Personajes carentes de cualquier rasgo de decencia u honradez, por años amasaron impensables fortunas dejando en la ruina completa las arcas municipales. Se sentían merecedores de un privilegio divino.

Esto que han hecho una gran cantidad de funcionarios públicos en todos los niveles de gobierno, diputados, gobernadores, presidentes municipales, regidores y otra fauna por el estilo, puede calificarse simple y llanamente como robo, fraude, despojo, pillaje o saqueo y los perpetradores de estos delitos no pueden recibir otro calificativo mas que el de delincuentes comunes, son atracadores profesionales que se han beneficiado no solo del hurto, sino de contratos amañados, compras simuladas, operando a través de prestanombres, sin ningún decoro y además se pavonean entre la comunidad como gente de bien; hicieron de la política, uno de los negocios más sucios.  Comparado con ellos, un asaltante de la calle tiene mayor mérito que estos pillos, cuando menos este es más valiente. Afortunadamente nada es para siempre y los vientos huracanados del cambio están comenzando a arrastrar con tanta podredumbre.

Así se está anunciando desde la CDMX.

Algunos ilusos que le apostaron a ganar las elecciones y que aspiraban a llenarse los bolsillos a través de cuanta marrullería y triquiñuela pudieran implementar en el ejercicio de la función pública, ahora han de estar llorando inconsolables. Sabrá Dios, cuántos de ellos, pidieron dinero prestado para su campaña, no faltarán seguramente hasta los que vendieron algún bien para tal fin, o los que convencieron a otros, igual de codiciosos que ellos, de financiar sus correrías políticas. Como quiera que sea, estos ambiciosos perdieron. Ya no podrán hacerle mas daño a nuestra sociedad, no desde cargos públicos.

También, es justo señalar que en todos los partidos hubo candidatos honestos, personas de buena fe, que tenían un deseo sincero de llegar a algún cargo publico con el firme propósito de servir bien a su comunidad. Aquí en tierras cabeñas tuve el honor de conocer a algunos de estos contendientes y no me cabe la menor duda de que son personas de muy alta valía moral y decencia y me hubiera encantado verlos ocupar el puesto para el cual contendían. Afortunadamente casi todos ellos tienen posibilidades para volver a lanzarse en busca de algún cargo y ya se verá en breve, que rumbo toman las cosas.

Por lo pronto, el llamado del presidente electo, de cuidar las arcas públicas, adoptar un modelo de austeridad y manejar con honradez la comuna, ha sido bien recibido por la alcaldesa Armida Castro, quien dé inmediato ha expresado públicamente su completo respaldo a lo les ha pedido el jefe de la Nación. Nos da mucho gusto como sociedad saber esto, vemos con esperanza que se avecinan tiempos de grandes oportunidades para Los Cabos.

También nos alienta saber que tendremos a un representante del gobierno federal, el profesor Víctor Castro Cosío, atendiendo directamente asuntos que son vitales para nosotros y que corresponden al ámbito federal, como lo es, la amenaza de la minería toxica, la reserva territorial, el encauzamiento de los arroyos, los créditos del INFONAVIT y otros más, que estamos seguros serán bien atendidos, pues ya hemos tenido oportunidad, durante la campaña, de hacérselos saber  al profesor Víctor Castro y ha sido muy receptivo a nuestros planteamientos.

Ganar las elecciones, fue una gran hazaña, reconstruir, para cambiar el país, será una labor titánica, que reclama todo el esfuerzo de los tres niveles de gobierno y de la Sociedad Civil Organizada.

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