
La Paz, Baja California Sur.- Otra vez el gobernador del estado, Marcos Alberto Covarrubias Villaseñor, le queda mal a sudcalifornianos. Lo habíamos visto ya en aquella huída emprendida el Día de la Familia para no escuchar las quejas ciudadanas en pos de justicia, mas en esta ocasión no acudió al encuentro entre la prensa y los diputados presidentes de las comisiones de Infraestructura y Recursos Hidráulicos del Congreso de la Unión, realizada en el Hotel Grand Plaza, donde lo esperaba la familia de Daniel José Sánchez Ávila, detenido en septiembre de 2012 por el asesinato de Jonathan Hernández Ascencio, para entregarle una carta dirigida a él, de manera muy personal, de parte del propio Daniel. Sin embargo, el gobernador dejó esperando a todos y, con algunos minutos de retraso, el evento dio inicio sin él.
José Cruz Sánchez Astorga, padre de Daniel José, acompañado de su esposa y uno de sus hijos, acudió a la conferencia con la ilusión de encontrarse al ejecutivo estatal, toda vez que se encontraba en el programa su asistencia, pero al notar que no haría acto de presencia, él y su familia prefirieron retirarse, no obstante, fueron accesibles con los medios que los abordaron.
“Yo quiero entregarle personalmente una carta que le escribió Daniel, para que se sensibilice y que voltee a nosotros. Le está pidiendo la libertad”, explicó el señor Sánchez Astorga sobre la misiva dirigida a Covarrubias Villaseñor.
Recientemente el representante legal de Daniel, Miguel Ángel Meza Figueroa, dio a conocer que dos peritos en materia de criminalística de campo ofrecieron versiones que coinciden con que su cliente no disparó contra Jonathan Hernández Ascencio aquella noche de 2010, no obstante, su caso se encuentra en revisión en los tribunales colegiados de la nación gracias a los recursos interpuestos, a cada resolución a favor del detenido, por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), a cargo de Gamil Abelardo Arreola Leal.
Ahora sólo “es cuestión de esperar, es cuestión de tiempo, de tener mucha paciencia”, señaló el señor José Cruz, quien confesó que su hijo “la verdad que está muy desesperado, ya para él un día es como un mes”:
“Le hemos dicho nosotros que no se fije en los días, que hay que aguantar, porque si está contando se le hacen eternos los días. Ahí adentro no es tan fácil”.
Cabe recordar que la versión de Daniel Sánchez sobre lo ocurrido aquella noche no ha cambiado desde el inicio, ya que sostiene no haber estado presente en el tiroteo de Las Micheladas. Los testigos que lo inculpan señalan que él disparo desde lo alto de un barandal en contra de Jonathan, su hermano Daniel y su primo Héctor. La necropsia muestra que a Jonathan Hernández lo asesinó una bala que atravesó su cráneo desde la nuca, describiendo una trayectoria ascendente.