
La Paz, Baja California Sur.- Haciendo una evaluación a mitad del camino, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) ha logrado revertir el estado lamentable en que se encontraba la institución antes de la administración de Marcos Alberto Covarrubias Villaseñor, donde prevalecía el abandono y la falta de credibilidad, gracias a que hoy se toman decisiones que privilegian los intereses del pueblo y del Estado y a que “se duerme poco y se trabaja mucho”.
Así lo comentó el titular de la PGJE, Gamil Abelardo Arreola Leal, revelando que hasta la fecha la institución ha sufrido una depuración de 150 elementos, concretándose como un ente más fortalecido, en el que la ciudadanía pasa por menos tiempo de espera para que sus denuncias sean atendidas, lo que ha devuelto la confianza perdida.
El parque vehicular, agrega el procurador, ha crecido en un 150% en dos años, y “no sólo se ha beneficiado a La Paz, como era la costumbre”. Además, adelantó que se inaugurarán laboratorios de genética, se invertirá en sistemas de identificación de huella balística, en documentoscopía y en criminalística perfilada al nuevo sistema de justicia penal, así como iniciará una gira de servicio y evaluación por la entidad.
Baja California Sur (BCS) es un estado más seguro que hace dos años, asegura Arreola Leal, donde se han erradicado secuestros, servidores públicos involucrados en despojos y pandillas armadas y protegidas por la ley, al cobijo de familiares encumbrados política y socialmente. Al cierre de 2012, de 35 homicidios cometidos en la entidad, se resolvieron 32.
Es por esto, indicó, que hay que reconocer a los trabajadores de la PGJE y a la policía ministerial, pues son sudcalifornianos comprometidos, que actúan con prontitud:
“En la procuraduría se trabaja sin horario fijo, se trabaja mañana, tarde y noche, se come a deshoras, a veces se come hasta mal, se duerme poco y se trabaja mucho”.
Por último, se refirió a las críticas, positivas y negativas, que ha recibido por su desempeño al frente de la PGJE:
“Creo que al tomar decisiones que afectan ciertos intereses, la procuraduría tiene intereses tanto dentro como fuera, que no son intereses acordes al espíritu noble que por disposición normativa tiene la institución […] puede afectar ciertas inercias, ciertos vicios, ciertas prácticas e ilegales costumbres que en tiempo anterior pudieron haberse presentado, entonces hay que entender que hay reacciones cuando se toman decisiones, pero si somos honestos y francos, siempre ha sido con la mayor objetividad y privilegiando siempre los intereses de la propia institución y del Estado”.