
El pasado 22 de febrero de 2012, en el Auditorio de Ciencias del Mar de la UABCS, el Consejo Consultivo de Desarrollo Sustentable de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) llevó a cabo una reunión de trabajo con el objetivo de generar un documento que exponga la percepción de todos los sectores de la población, representados en este organismo, respecto al Proyecto Minero “La Pitahaya” en San Antonio.
La reunión estuvo presidida por: el Ing. Francisco Javier Guzmán Roa, Presidente del Consejo Consultivo de Desarrollo Sustentable de la SEMARNAT; el Dr. Rafael Riosmena, profesor-investigador del Departamento Académico de Biología Marina de la UABCS y representante de la comunidad académico-científica de BCS en el Consejo Consultivo; la Dra. Sara Cecilia Díaz Castro, investigadora del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR) y representante de la comunidad académico-científica de BCS en el Consejo Consultivo, entre otros representantes de los diferentes sectores de la sociedad.
En entrevista, el Ing. Francisco Javier Guzmán Roa señaló: “Este documento se presentará ante la SEMARNAT y la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) con el propósito de dar a conocer la postura de este órgano colegiado sobre el proyecto minero en San Antonio, luego de haber analizado a detalle la Manifestación de Impacto Ambiental que presentó la empresa. Con base en las opiniones de la ciudadanía aglutinaremos una opinión general que servirá de guía para tomar la mejor decisión en cuanto a la aprobación del proyecto. El hecho de que se llegue a realizar un proyecto de esta magnitud, afectará el entorno social. Analizamos la falta de carencia en cuanto a sustentabilidad por el recurso agua, el aspecto de contaminación por metales pesados, el aspecto sísmico, el aspecto legal y el plan de desarrollo urbano de la ciudad de La Paz. La medida de transparencia de la SEMARNAT permite a la ciudadanía opinar y transparentar este tipo de procesos”.
Por su parte, el Dr. Rafael Riosmena manifestó: “Una de las funciones que tenemos como miembros de la comunidad académico-científica es utilizar la información que se ha generado en las Instituciones de Educación Superior para alimentar recomendaciones que genera este consejo sobre la manifestación de impacto ambiental del proyecto La Pitahaya. Los profesores-investigadores hemos aportado información respecto a metales en la zona donde se desarrollará la mina. Esta investigación apunta a que existen serias dudas y decadencias en el estudio, como para pensar en darle seguimiento. La costa podría ser impactada en la zona donde hay bosques de sargazo, pesquería de cabrilla, pesquería de pierna, entre otras producciones. Además, es una zona de tránsito de la tortuga verde y de delfines. Hay una gran serie de fauna y flora marina que no se consideró en este proyecto, pues sólo se pensó en la parte terrestre. Es importante destacar que la sociedad sudcaliforniana se ha mostrado muy interesada en el proceso y participó masivamente en la consulta que se realizó”.