Por Ricardo de la O.
“Soy el Jefe de jefes señores.
Y decirlo no es por presunción.
Muchos grandes me piden favores
porque saben que soy el mejor.
Se arriman a la sombra del árbol
para que no les de duro el sol”
-Los Tigres del Norte. “Jefe de Jefes”
Segunda Generación: La década dorada
ZONA DEL PACÍFICO: EL CÁRTEL DE GUADALAJARA
A la muerte de Pedro Avilés en el 78, la organización es rescatada por Félix Gallardo, Caro Quintero y Fonseca Carrillo. Empiezan a entablar relaciones directas con el Cártel de Medellín de Pablo Escobar, y gracias a eso el grupo pasa de ser simples “transportadores” a ser “proveedores”. Esto incrementa sus ganancias enormemente y así se funda el que eventualmente llegara a ser el cártel más grande en la historia de México: El Cártel de Guadalajara.
Miguel Ángel Félix Gallardo “El Padrino”
El líder natural y moral del cártel de Guadalajara. Ni siquiera los otros dos fundadores dudaban de su liderazgo. “Era hombre de palabra, de trato antes de que disparos, de convencimiento y no de ejecuciones” (Blancornelas, fundador de ZETA). Para él, era “mejor un mal arreglo que un buen pleito”. No usaba anillos, medallas de oro, ni le gustaban los corridos. Además, gracias a las conexiones que obtuvo como policía, empezó a desparramar billetes a todas las escalas haciendo su organización la más grande que haya existido en el país. Jamás un narcotraficante en México tuvo tanto poder y mando. Fue también el primero en contratar buenos abogados para el grupo, pues se dio cuenta que no basta con corromper oficiales para sobrevivir. La paz que se mantuvo durante esa segunda generación fue gracias a su visión de negocios.
Durante toda la década de los 80s, Félix Gallardo logró lo que nunca nadie había logrado, mantener unidos, y en paz, a todos los capos de un cártel completamente engranado dentro del aparato de gobierno.
Rafael Caro Quintero “El greñas”
El “cara de niño” ya se había ganado un lugar con Pedro Avilés y a su muerte se vuelve cofundador del Cártel. El impulsivo, el emprendedor, el arriesgado del grupo. Él inventó la cosecha agroindustrial de marihuana sin semilla, con un rendimiento de ocho veces mayor al de la marihuana mexicana normal. Su sangre caliente fue casi siempre mantenida a raya por Félix Gallardo.
–Ernesto Fonseca Carrillo “Don Neto”
Al fundar el cártel, él actúa como un punto medio entre las temerarias ideas de Caro Quintero y las conservadoras posiciones de Félix Gallardo. Se convierte en protector y descubridor de nuevos talentos. Invitó a su sobrino Amado Carrillo a que hiciera algunos trabajos de robo de autos para él. Sin embargo, después lo mandó a Ojinaga, Chihuahua a que vigilara unos envíos y a que aprendiera de las operaciones de la frontera con Pablo Acosta Villareal, el encargado fronterizo.
Lugartenientes del Cártel de Guadalajara
-Hector Luis “El Güero” Palma Salazar
+Conexiones familiares: Ninguna conocida
-Joaquín “El Chapo” Guzmán
+Conexiones familiares: Sobrino de Pedro Avilés, primo de los Beltrán Leyva.
-Juan José Esparragoza “El Azul”
+Conexiones familiares: Ya mencionadas en el capítulo anterior.
-Ismael “El Mayo” Zambada
+Conexiones familiares: Compadre del “Chapo” Guzman, compadre de Juan José Esparragoza “El Azul”
-Sandra Ávila Beltrán “La Reina del Pacífico”
+Conexiones familiares: Sobrina de Félix Gallardo, prima de Rafael Caro Quintero
-Jesús Labra Avilés “Don Chuy”
+Conexiones familiares: Sobrino de Pedro Áviles.
-Pablo Acosta Villareal
+Conexiones familiares: Ninguna conocida
+Lugarteniente de la frontera en Cd. Juárez y Ojinaga. Mentor de Amado Carrillo, a quién Fonseca le mandó encargado. Amado se vuelve un incondicional, convirtiéndose en su jefe de seguridad hasta el día de su muerte en 1987. A su muerte, Rafael Aguilar Guajardo toma el mando en Cd. Juarez y Amado el segundo a bordo.
-Javier Caro Payán
+Conexiones familiares: Primo de Rafael Caro Quintero.
+Lugarteniente de la frontera en Tijuana. Su secretario particular era el joven Benjamin Arellano Félix.
En 1985, Caro Quintero comete una imprudencia torturando y asesinando a un agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar. Esto provoca una fuerte presión internacional hacia México que tiene que efectuar una cacería hacia el cártel. Caro Quintero y su padrino Don Neto son arrestados por ese crimen y ni los abogados del cártel pueden hacer nada para liberarlos. La estructura del cártel de Guadalajara, sin embargo, quedó intacta.
ZONA DEL GOLFO: CÁRTEL DEL GOLFO
Del lado del Golfo, las cosas también transcurrieron con calma en esa década.
Juan García Ábrego era el líder de facto del cártel del Golfo, pero el viejo Juan Nepomuceno aún actuaba como su consiglieri y era el símbolo moral que mantenía pacificado al grupo.
García Ábrego no se quiso quedar atrás del cártel de Guadalajara y él también comienza negocios directos con Colombia, sólo que con el cártel contrario, el cártel de Cali. Al convertirse en proveedor, el cártel del Golfo comenzó a compartir el riesgo de las operaciones al ganar 50% de ganancias por envío, en lugar de los 1500 USD por kilo que recibían anteriormente.
Ábrego mantiene las influencias de su tío y el cártel crece durante todo finales de los 80s y principios de los 90s gracias a la protección de dos influyentes amigos. Mario Ruiz Massieu, y Raúl Salinas de Gortari, el hermano “incómodo”.
Su relación con el Cártel de Guadalajara no era buena, más sin embargo, la tensión entre ellos nunca escaló más allá de enfrentamientos aislados.
¿Qué marcó el fin de la generación?
– En 1990 atrapan a un Juan Nepomuceno Guerra ya en silla de ruedas. Para ese entonces el liderazgo del cártel del Golfo ya era totalmente de García Ábrego. Sin embargo, la aprehensión de su tío modificó el planteamiento del cártel, que poco a poco comenzó a tomar un actitud más violenta hacía la competencia, en particular contra el grupo de Pablo Acosta Villareal (y después de Aguilar Guajardo)
– Del otro lado, en 1989, Félix Gallardo es traicionado y arrestado por Guillermo Gonzalez Calderoni, un comandante de la PJF que trabajaba para el cártel pero que también tenía lazos de la infancia con Juan García Ábrego.
Félix Gallardo intentó manejar el grupo desde la cárcel por un tiempo pero al final decidió hacer lo impensable: repartir el pastel. Claro, no recibiría un centavo en la cárcel, pero a su familia no le faltaría nada.
Por medio de Juan José Esparragoza “El Azul” (quien ya se había convertido en el mediador por excelencia gracias a la confianza que inspiraba), Gallardo convocó a todos sus “soldados” a una reunión en Acapulco. Así comenzó en México la repartición de “territorios.”
-Tecate: Joaquín “El Chapo” Guzmán
-Ciudad Juárez: Rafael Aguilar Guajardo (Sucesor del fallecido Pablo Acosta Villareal, ya mencionado arriba. Su mano derecha ya era Amado Carrillo)
-San Luis Rio Colorado: Luis Héctor “el Güero” Palma
-Nogales y Hermosillo: Emilio Quintero Payán (Otro tío de Caro Quintero)
-Tijuana: Jesús Labra “Don Chuy” (Él delegaría después la plaza, dejándosela a los Arellano Félix y actuando como su padrino o consiglieri)
-Sinaloa: Ismael “El Mayo” Zambada, y Baltazar Díaz Vega “El Balta”(Padrino de Valentín Elizalde)
-Mexicali: Rafael Chao, agente de la Dirección Federal de Seguridad
Además, Rigoberto Campos y Javier Caro Payán tenían la libertad para moverse por todas las plazas sin causar problemas y actuar únicamente como enlace. En cada plaza podrían llegar otros narcotraficantes, siempre y cuando pagaran una “cuota” al titular de la misma.
Las reglas eran simples: “Nada de pleitos, un territorio para cada quien, respétenlo, ayúdense, pónganse de acuerdo.” (Blancornelas, pg. 54).
Si todos ellos hubieran seguido las instrucciones de Félix Gallardo, ahora existiría el cártel más poderoso del mundo. La historia fue otra… Nunca se imagino «El Padrino», que esta repartición iba a provocar la guerra más cruenta de la historia moderna de México.
Leer primera parte de esta serie.