
Breakdancers, tragafuegos, payasos, malabaristas y equilibristas, mientras trabajen en los cruceros, “están ilegalmente establecidos”, sentencia José Íñiguez Cabada, titular de la dirección de Eventos Públicos. “Ya se las ha hecho la invitación para que se retiren”.
Algunos de los bailarines que trabajan en las avenidas, comentan que les cobran 217 pesos diarios por bailar y ganar alrededor de 300 pesos, obteniendo una ganancia menor a 100 pesos al día, a raíz del cobro de Eventos Públicos, lo que es insuficiente para jóvenes que estudian, bailan y son padres primerizos, como más de uno de los que vemos.
La cuestión es que “no podemos darle permiso, tanto a personas que bailan o a los payasitos que se están viendo en los cruceros”, explica Íñiguez Cabada, por la propia seguridad de estos y de los conductores, sin mencionar problemas de vialidad, “así como las ambulancias, que necesitan a veces pasar y el automovilista tiene que abrirse paso”.
Es así, que esta dirección niega cobrar a aquellos que trabajan en los cruceros, por ser zonas de riesgo, razón por la cual podemos ver a la policía municipal rodeando a algún sudado joven que vive del “espectáculo público”, ya que sus acciones son ilegales. Y los que trabajan en la calle aseguran que sí se les cobra y el Ayuntamiento cree en el poder de la negación.
La sugerencia del director es que quienes se encuentren desempeñando estos trabajos, deberían reubicarse. “Hay lugares como el Callejón Cabezud, el Parque Cuauhtémoc, el Parque Revolución, el Jardín Velasco”.