
El Congreso del Estado aprobó el “acuerdo para inhibir y erradicar la comercialización del Pez Dorado en el Estado”, exhortando a Felipe Calderón a que instruya a la SAGARPA, a la CONAPESCA, a la SECTUR y a la Secretaría de Economía, para que implementen acciones y políticas públicas inmediatas y eficaces; así también se exhortó al gobernador del Estado y a cada uno de los alcaldes a que hagan lo propio con las instancias estatales y municipales a su cargo, como se indujo a los diputados federales por Baja California Sur y a los senadores a que pongan de su parte en la implementación de acciones legislativas en pro del acuerdo.
Esta iniciativa fue encabezada por la Comisión de Asuntos Pesqueros y firmada por legisladores federales, autoridades de los tres niveles de gobierno, hoteleros, restauranteros, propietarios de puestos fijos y semifijos, pescadores libres y asociados, prestadores de servicios de pesca deportiva, asociaciones dedicadas a la defensa del Picudo y especies reservadas de manera exclusiva a la pesca deportiva, al igual que cámaras empresariales y organismos intermedios.
Se ha acordado “cerrar filas y estar unidos para que no se concrete la reforma al Artículo 68 de la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables, que pretende abrir a la pesca comercial el Pez Dorado y los Picudos”, al igual que “exigir que se realicen los foros para la modificación de la NOM-029-PESCA-2006 con la finalidad de eliminar los porcentajes de pesca incidental de especies reservadas a la pesca deportiva, ya que actualmente esta norma es altamente depredatoria, porque permite la pesca incidental de especies como el Pez Dorado, el Marlin, Pez Vela y Pez Espada”, señala Ernesto Ibarra Montoya, presidente de la Comisión de Asuntos Pesqueros.
Se mencionó que se tienen indicios desde mucho tiempo atrás de que se realiza la comercialización ilegal de especies marinas reservadas, lo cual se justifica “con el simple pretexto de captura incidental”, cuando “cifras conservadoras revelan que tan sólo a los Estados Unidos de Norteamérica se comercializan al año más de seis mil toneladas de Dorado”. Así también, Ibarra Montoya considera que “es evidente la embestida de los grandes y obscuros intereses (…) es indiscutible que las enormes ganancias millonarias obtenidas por la pesca y comercialización ilegal de estas especies reservadas de manera exclusiva a la pesca deportiva, permite la construcción y mantenimiento de enormes redes de corrupción”.