El problema continúa y está por llegar a las esferas legislativas. De enero a julio de este año el 40% de las llamadas que recibió el Centro de Control, Comando, Comunicación y Cómputo (C-4) de La Paz fueron llamadas de broma. Es decir que de las 195,146 llamadas registradas hasta julio, más de 78,000 fueron realizadas por pequeños bromistas o adultos estúpidos.
El año pasado se registró un 44% de llamadas en broma y la cifra seguro se repetirá o aumentará este año si el problema continúa y C-4 no realiza campañas lo suficientemente persuasivas, los padres de niños y adolescentes no son consientes y concientizan a sus hijos, o si no se lleva a cabo el bloqueo parcial de líneas de donde provengan estas llamadas, como en abril del año pasado fue anunciado que se haría, por Lenin Giovani Rodríguez Aguilar, secretario de seguridad pública en aquel entonces.
Las consecuencias de utilizar incorrectamente este servicio son lógicas, no obstante Edgar F. Castro Herrera, director del Centro de Control, las recuerda: entorpece la entrada de llamadas reales, se pierde el tiempo de los telefonistas, el Centro debe realizar ciertas preguntas (innecesarias de hacer buen uso del servicio) sólo para comprobar si la llamada es real –en algunos casos.
Castro Herrera ha dado a conocer que a través del Congreso puede que se den iniciativas que promuevan sanciones específicas para los dueños de líneas telefónicas reincidentes o quizá otro tipo de estrategia, lo cierto es que legisladores están enterados y han sopesado el problema, considerándolo pertinente para ser tratado.
