Tráfico ilegal de drogas, tráfico ilegal de pesca

Luis Coppola Joffroy*

En México a los adictos se les permite consumir droga, pero la venta está severamente castigada por la Ley. En extraña paradoja, la pesca comercial del dorado y el marlin está prohibida, pero la venta comercial es legal. Mientras la venta sea legal, habrá pescadores clandestinos, al igual que mientras el consumo de la droga sea legal, habrá vendedores clandestinos. En las montañas de Guerrero, un campesino mal alimentado cosecha marihuana para sobrevivir y hacer rico a un narcotraficante, a costa de la salud de los consumidores. En los mares de Baja California Sur un marlin pescado por un turista deja más de mil pesos el kilogramo, alimentando al menos de una familia por kilo, pero los pescadores “incidentales” lo ponen en el mercado a veinte pesos el kilo, a costa de la salud económica de miles de familias y de todo un sector, como lo es el turismo sudcaliforniano. Gastamos miles de millones para combatir una lacra social generada por la ilegalidad de un comercio, pero dejamos actuar a su albedrío a los que comercian legalmente con un producto obtenido de forma ilegal.

Llevo cinco años bregando en el Senado para que se prohíba la venta comercial de las especies cuya pesca comercial es ilegal, y seguiré empeñado en cerrar las fisuras que La Ley de Pesca ha dejado para beneficio de “investigadores marinos”, que pescan “incidentalmente” algunas especies restringidas, igualito como lo hacen los “investigadores japoneses”, que también lo hacen con fines científicos con toneladas de ballenas, y que también, casualmente, terminan en el mercado vendiéndose para el consumo.

Viene al caso, porque de nuevo se ha mandado hasta la próxima sesión de septiembre el cambio que propongo en la legislación, y es la modificación del artículo 68 de la citada Ley. Añadiéndole a la prohibición de la pesca, la comercialización. Pareciera que es implícito, pero no. No puedo pescar comercialmente, pero si puedo vender. No puedo traficar con Marihuana, pero si consigo mil personas que lleven en su bolsillo  diez gramos, puedo trasladar diez kilos. Hágame usted el favor.

Ahí les va el cambio que propongo, señalando en cursiva el cambio:

ARTÍCULO 68.- Las especies denominadas marlin, pez vela, pez espada, sábalo o chiro, pez gallo y dorado, en todas sus variedades biológicas, quedan destinadas de manera exclusiva para la pesca deportivo-recreativa, dentro de una franja de cincuenta millas náuticas, contadas a partir de la línea de base desde la cual se mide el mar territorial, “quedando prohibida su comercialización, aún cuando hayan sido capturadas incidentalmente.”
No podrán realizarse actividades de pesca distintas a las de investigación, sobre las especies destinadas a la pesca deportivo-recreativa en las áreas de reproducción que establezca la Secretaría mediante disposiciones reglamentarias.

Ustedes me dicen si este añadido no es de cajón. Pues parece que no, que hay gente interesada en que no se añada. Como el consumo de diez gramos de mota, como las ballenas en Japón… Y si quieren sigo.

* Luis Coppola Joffroy es Senador por Baja California Sur, Presidente de la Comisión de Turismo del Senado.

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