Antonio Alcántar, vocero oficial de la administración de Narciso Agúndez Montaño amenazó e intentó golpear junto con su hermano Leobardo López Alcántar al contralor general, Román Rangel Pinedo, esto durante una comida celebrada en casa de un funcionario público.
Dicha acción motivó a Rangel Pinedo a interponer una denuncia de hechos ante el Ministerio Público. «No busco que se abra averiguación» declaró el contralor, asegurando que sólo lo hace para que quede una constancia de hechos en caso de reacciones en contra de él o su familia.
Agrega Rangel Pinedo que por las labores propias de su puesto fue amenazado por el polémico vocero; y el intento de agresión física, por suerte, no se concretó.
Comenta el contralor, que los trabajadores de gobierno, presentes en la comida; intervinieron para «separarlos» pues como ser humano, ante las agresiones físicas hay reacción.
La declaración verbal que Román Rangel hizo fue transcrita a un documento que él mismo firmó para su propia seguridad.
