
Una magna obra que ¿sólo sirve a unos cuantos? Es lo que la diputada María Eugenia Osuna Santos dejó ver respecto al nuevo Centro de Rehabilitación Infantil, en su pronunciamiento encaminado al próximo 3 de diciembre, cuando se celebra el día Internacional de las Personas con Discapacidad.
Una las limitantes del CRIT es que ellos sólo atienden a niños menores de 18 años, con discapacidad neuromotora o problemas con cáncer. Niños con síndrome de Down, autismo, ceguera, sordera o cualquier otro tipo de discapacidad no son acreedores al servicio que esta obra ofrece.
Entonces, ¿qué pasa con los discapacitados a los que el mismo gobierno ha afectado reduciendo el presupuesto destinado a los programas de apoyo que pretendían ofrecerles una mejor calidad de vida? Pues tienen dos opciones; esperar a los 18 años para hacerse acreedores al servicio médico de las instituciones públicas de seguridad social, pensiones que para que se les puedan otorgar necesitan un gran número de requisitos y trámites complicados que terminan por alejarlos de ese derecho que tienen. La otra opción es; acudir con médicos privados para su rehabilitación… pues lamentablemente si los padres de los niños son de escasos recursos, trabajan para algún nuevo complejo turístico o alejados de la burocracia deberán sufrir las consecuencias.