Iván Gaxiola
El servicio de emergencias telefónicas, está atestado de llamadas falsas. C4 recibe 941 llamadas diarias, en aproximación, de las cuales 496 son para hacer bromas y mal uso del servicio. Esto tan sólo en la ciudad de La Paz. Los Cabos y Comundú también presentan el mismo problema.
El licenciado Edgar F. Castro Herrera, director del C4, nos explica: Nosotros dividimos las llamadas en cuatro categorías: “reales”; “información y gestión”, que son, por ejemplo, las llamadas pidiendo información sobre el clima, sobre cuestiones de salud, como lo de la influenza, hace poco, y también contamos aquí las llamadas que avisan de un mismo hecho. Si hubo un choque o algo y llaman seis personas, la primera llamada la consideramos real y las otras cinco son de “información y gestión”; “llamadas en broma” y “llaman y cuelgan” es un poco de lo mismo y son las más numerosas.
C4 ha iniciado una campaña que promueve la conciencia para el buen uso del servicio de emergencias 066. Una de las técnicas es registrar los números de mayor incidencia semanal (de cinco en adelante) y a la sexta llamada, una grabación, le dice a los bromistas que su número ha sido registrado y que si la emergencia es real presione uno, si la incidencia continúa se toman cartas en el asunto a través del registro que se obtiene. Otra de las tácticas son los medios masivos de comunicación, como la televisión, donde aparecerán anuncios referentes a esta problemática en los canales de las televisoras locales.
Mientras nos encontrábamos en las instalaciones del lugar los teléfonos no paraban de sonar: Escuchan? Dijo el director. Son llamadas falsas, todas las que entraron. El total de llamadas acumuladas en un año rebasa las doscientas mil, de las cuales más de cien mil son falsas.
El servicio que ofrece C4 es de calidad, su tiempo de respuesta máximo es de 17 segundos, pero este problema, el de las llamadas falsas, merma de manera grave el desempeño correcto del mismo. Está de más decir que la gran mayoría de las llamadas en broma es hecha por niños y que las cifras más elevadas se registran en las horas pico, cuando los niños salen de las escuelas. El buen uso del servicio es responsabilidad de todos y de manera enfática, de los padres, de la educación cívica que imparten a sus hijos.
