
Este miércoles 21 se presentó, en el Teatro de la Ciudad, el grupo de música infantil Bandula, que por más de hora y media, entretuvo y divirtió a los asistentes con una fusión de música afroacaribeña y mexicana.
Bandula, es una agrupación con más de 12 años de trayectoria, dedicada primordialmente al público infantil. Con cada uno de los temas, en su mayoría escritos por Emilio Lome, Bandula pretende dejar un mensaje positivo a los niños, ya sea creando conciencia, sobre cuáles son sus derechos y cómo deben comportarse, o dando a conocer personajes, mitos y leyendas de algunos pueblos del país.
En entrevista para Peninsular Digital, el director de la agrupación, Carlos «Pelusa» Rivarola, comentó que realizar este tipo de trabajo «tiene su grado de dificultad, desde el momento en que vivimos como un aturdimiento, un ruido generalizado, por parte de los medios masivos de comunicación comerciales, y en las calles toda la contaminación visual, con la publicidad. Estamos presos de una avalancha de publicidad por todos lados, todo son gritos, ruidos, música estruendosa; no hay lugar para la poesía, no hay lugar para un mensaje sano».
«Nuestro papel como promotores culturales es tratar de llamar la atención, de decir que otro mundo es posible, y lo hacemos con mucho entusiasmo, con ritmos, música, poesía, danza; y ése es nuestro reto, porque luchamos contra ese tremendo monstruo que es todo el medio comercial», complementó el músico.
Durante el concierto, se creó una conexión prácticamente instantánea entre el público y el grupo, por medio de la música y la danza, lo que propició que los pequeños corearan las canciones, y aplaudieran durante casi toda la presentación.
Con el transcurso de los minutos, se generó una atmósfera festiva, donde los niños terminaron por subir al escenario y bailar con los integrantes de Bandula; el concierto se convirtió en una verdadera fiesta. «Reacciones como las de hoy, aquí en el Teatro, nos dan mucho ánimo, además vemos que la gente no pierde la sensibilidad, a pesar de ese aturdimiento generalizado», explica Rivarola.
«Nosotros reaccionamos igual que ellos, somos unos grandotes niños, porque ese entusiasmo yo digo que es el que no pierde el artista; el artista que es creativo y que le echa ganas es porque sigue manteniendo su espíritu niño, y por eso nos identificamos con ellos», concluyó Pelusa.