Pagan precios por más del 200% a cooperativas en Bahía de los Ángeles y de la ZPN, mientras juegan con la necesidad de los pescadores en Santa Rosalía y Mulegé

La pelea que cada año hacen las empresas pesqueras por mantener precios irrisorios en el pago de captura del calamar gigante, principal actividad pesquera de la zona ha quedado al descubierto como una farsa, y una imposición que hacen lucrando con la necesidad de cientos de familias pesqueras que viven de esta actividad, lo cual a quedado al descubierto.
Pesquera Hanjin y Brumar de origen Coreano; y la empresa pesquera Longing de intereses Chinos, cada año hacen la faramalla ante el seno del subcomité de pesca en la localidad, para imponer precios de risa en el pago del producto al pescador amenazando por espacio de varios años con el cierre inminente de las empresas dejando en el desamparo a las familias de pescadores, bajo el argumento de la caída de los precios y la saturación del producto en los mercados internacionales; argumentos trillados y que cada año utilizan para abusar e imponer el pago de producto y mano de obra barata, que les deja millonarias cantidades de utilidades anuales.
Lo cual a decir de los propios pescadores no es más que una farsa argumentada por Hanjin, Longing y Brumar, que sólo explotan las aguas muleginas llevándose las riquezas que les corresponden a los mexicanos, incluso contaminan los litorales del golfo ya que los desechos del calamar los tiran las propias pesqueras al mar.
Ahora que ha escaseado el producto en el sur del municipio de Mulegé, han desplegado un gran operativo de pescadores y de cooperativas hasta los mares de Bahía de los Ángeles en el estado norte, incluso en Bahía Asunción en la Zona Pacífico Norte, trasladando a cientos de pescadores en lugares con altos costos o niveles de vida, como ejemplo una comida sencilla llega a costar hasta 300 pesos, mientras la misma cuesta un promedio de setenta pesos en otros lugares.
El contubernio por burlarse de los pescadores ha quedado al descubierto ya que a las cooperativas les están pagando hasta seis pesos el kilo por traerlo a Santa Rosalía, y cuando hay en esta cabecera municipal lo pagan a un promedio de 2.10 el kilo; dejando sólo como ganancia un mar y calamar contaminado, ya que con los miles de litros que a diario tiran al mar están poniendo en serio riesgo la calidad del producto marino y con ello la generación de cientos de empleos mal pagados.