La presente temporada de avistamientos de ballenas grises en los santuarios lagunares se encuentra por finalizar al concluir el presente mes de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana 059, y a pesar de que la presencia de cetáceos ha sido buena, los turistas sobre todo extranjeros escasean.
En el municipio de Mulegé existen dos lugares en los que se congregan las ballenas para procrear y para aparearse y son la Laguna Ojo de Liebre en las inmediaciones de Guerrero Negro y la laguna San Ignacio.
Si bien es cierto que se ha realizado un esfuerzo del gobierno mexicano para evitar la caza de las ballenas en sus costas, otros países si cazan las ballenas en altamar, sin embargo las restricciones internacionales han permitido que la especie ya no se encuentre en peligro de extinción.
A nivel mundial se estima que existen 25,000 ejemplares de ballenas grises, distribuidos en las costas de Alaska en el mar de Bering y el de Chukchi, colindando con las costas de Rusia.
Dentro de la laguna Ojo de Liebre se encuentran asentadas ocho empresas que se dedican al turismo que se da cita cada año para observar el avistamiento, destaca el grupo integrado por el ejido Benito Juárez que es el que recibe mayor número de visitantes, mientras en Guerrero Negro hay tres empresas que son Malarrimo, Laguna Tours y Mario Tours; en San Ignacio se encuentran una docena encabezadas por la más importante que es Kuyima.
Es un hecho que las ballenas adultas tienen en las lagunas marinas, lugares idóneos para su reproducción, ya que vienen a copular o a realizar los cortejos, o a parir los ballenatos antes de regresar.
Las lagunas son lugares que a su vez les sirven como zonas de protección de los depredadores naturales que son la orca asesina y el tiburón, que no se introducen a estos cuerpos de agua debido a que habitan en mares abiertos; al contrario de la ballena gris que es costero y busca los refugios naturales.