Rodrigo Rebolledo
Los jóvenes asistieron cargados de valores para dignificar sus derechos, a la vida, al perdón y a la justicia
La juventud católica de la ciudad de La Paz vivió una semana santa diferente, la pascua Juvenil cuya edición 2010 denominada “En Cristo mis derechos se dignifican” culminó ayer domingo con una “Marcha por la alegría” en la explanada del malecón de la ciudad y puerto de La Paz, que terminó diseminada por gritos de justicia y fervor futbolero.
El evento que concentró las distintas actividades parroquiales enfocadas a la participación de los jóvenes feligreses en la máxima celebración de su fe, contó con la presencia de números musicales, actividades recreativas como el nombramiento del Chico y Chica pascua juvenil 2010, y la presencia del líder de la diócesis: el obispo Miguel Ángel Alba Díaz, quien días antes admitió en su sermón eucarístico los tiempos difíciles que vive la Iglesia Católica.
Este año la pascua juvenil se concentró difundir los valores como informó el coordinador de un grupo perteneciente a la parroquia de San Juan de los Lagos: “La pascua juvenil permite canalizar la ideología de los jóvenes a quienes da un crisol que les define frente a la convulsión de un mundo cambiante” dijo Sven Amador quien lleva 8 años participando en pascuas juveniles, para él la palabra de Dios es “la mejor carta de los derechos humanos”.
En cuanto a la postura frente a la terminación legal del embarazo, Sven -quien también estudia derecho en la UABCS- dice que aunque el derecho a elegir es “inherente al ser humano” el joven debe ser educado en la capacidad de elección y que tal elección siempre termina en el derecho a la vida.
Cuando se le pregunta por la crisis de credibilidad y los escándalos sexuales del clero católico Sven, se declara a favor del perdón, postura en la que comulga con los demás asistentes. Al ser interrogado otro chico quien prefirió permanecer en el anonimato dijo que “hay sacerdotes malos y buenos como los políticos, tienen la parte humana, no se trata de tachar todo mundo por algo”.
El evento concluyó tarde, a las ocho con la luz de un ocaso de horario de verano, el clamor por justicia de la familia de Jonathan Hernández, encontró audiencia ante los cientos de jóvenes asistentes a la pascua juvenil quienes se pronunciaron por la paz y la justicia. La madre del también joven sudcaliforniano, fue invitada de forma improvisada al escenario en donde recibió el aplauso y los cantos de los chicos que celebraban la resurrección de Jesucristo. Las Chivas habían metido un gol, la juventud se comenzaba a disgregar.