Diana Cuevas  

 La violencia juvenil ha sido un fenómeno que carece de tratamiento adecuado de parte de las autoridades y la opinión pública pues en realidad, ésta es resultado de la sociedad y el sistema económico excluyente en el cual se desenvuelven los jóvenes.

 Como todas las tardes se pueden encontrar sentados en el parque o en la calle. Se distinguen por su forma de vestir. Con frecuencia son mal vistos. La gente les dice cholos o pandilleros, porque traen pantalones “aguados”, playeras grandes y desmangadas para enseñar sus tatuajes con letras góticas, gorra y lentes para el sol. Miran de lejos a los forasteros, aquí no son bien recibidos. Iván de 17 años no estudia, “porque hay algunos a los que no se nos da la escuela. Y luego no tenemos para los libros, para los zapatos y los pantalones apretados”. Sentado en cuclillas sobre el suelo polvoso, Norberto dice que “las doñas y todos nos hechan a la patrulla. Pasan y nos gritan: -¡pinche mariguano, ponte a trabajar!”. Pero “no hay trabajo. Estábamos trabajando de macuarros. Ya fui al OXXO, al CCC, a Soriana, a todo. Y nada. Yo quisiera que en lo que fuera me pongan.” Sobre su bici, Marcos de 12 años dice que sólo en Estados Unidos hay trabajo “de jardinero, de albañil”.

Aseguran que “los polis vienen a hacer pura placa. Ahorita la cosa está caliente. Con eso de que quitaron al procurador. Se la llevan tirando barra todo el día para justificar”. El gorila no pudo contenerse y señaló “ayer agarraron a dos morros en el cerro y ahí enfrente de toda la gente los sometieron.” Opinan que “nada más andan cuidando a gente como el Teo y en carros del gobierno. Están todos apalabrados. Hay mucha corrupción.” El gorila, que estuvo preso tres años por su adicción al cristal asegura “y luego, en el CERESO hay puro pobre. Puro malandrín.” Simplemente no hablan del futuro. No tienen certeza de ello. Sólo Iván apuntó a decir entre risas “Yo quiero ser boxeador. Pa’pegarles a todos los polis”.

Según Mauro Cerbino, la violencia juvenil ha sido un fenómeno que carece de tratamiento adecuado de parte de las autoridades y la opinión pública pues en realidad, ésta es resultado de la sociedad y el sistema económico excluyente en el cual se desenvuelven los jóvenes.

El también autor del libro Jóvenes en la calle: Cultura y conflicto asegura que los jóvenes buscar confirmar y afirmar su identidad a través de las pandillas en momentos actuales, donde se impone con fuerza “pertenecer a algo”.

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elti
13 years ago

Yo creo que la paz se esta ahogando, la cosa sigue hirviendo y va a estallar… por que no hay espacio, ya no se pueden tener a los jovenes controlados por la television, o que se yo, si es que alguna vez estubieron asi, no se les puede tener sin hacer nada todo el dia, o solamente cogiendo y emborrachandose, pues no hay otra cosa que las personas en La paz hagan, a su vez el internet expande con polvora las ideas, y creo que el ser humano en su existencia no puede vivir soportando tantas humillaciones sin reclamar, no hay trabajo, no hay buena escuela, los precios suben, quieres escapar de esta realidad, pero no hay arte, hay una burocracia tan cuadrada y al salir a la calle en vez de escapar te encuentras a las mismas personas, que no se por que las personas de palabra dejaron de ser un modelo a seguir, ultimamente ves a esas personas que ya conoces, pero no confias en nadie, y agregamos madera al fuego con los policias corruptos asta la medula, dinero, todo te quita dinero, el problema de paredones amarillos, muchas personas que tienen problemas familiares, por eso digo que esto tiene que tener una valvula, no creo que la violencia aya siquiera empezado, siempre puede empeorar.

Saludos