A casi un año de haber sido notificado de una orden de aprehensión enmarcada en la comisión del delito de homicidio simple en autoria y participación, José Antonio Ruiz Durán, ayer salio del Centro de Readaptación Social -CERESO- de esta capital, luego de recibir sentencia absolutoria ante la falta de elementos para dictarle sentencia condenatoria, y cuya resolución jurídica fue emitida por el Juez I Penal, Lic. Rosalía Cota Domínguez.
Ruiz Duran, de 34 años, originario del estado de Jalisco, y con domicilio en las calles Ricardo Palacios y Adolfo Cisneros en la colonia Patria en Guadalajara, de oficio soldador, fue representado ante la instancia penal por el Lic. Francisco Cervantes Arévalo, defensor de oficio, y quien jurídicamente demostró la inocencia del soldador en mención dentro del proceso penal 348/1998.
Se resalta que Ruiz Duran había sido capturado por la Policía Ministerial del Estado en Guadalajara, durante el día 27 de marzo del año pasado en una constructora donde prestaba sus servicios como soldador, y posteriormente el día 30 del mismo mes el inculpado había recibido auto de formal prisión por la muerte de Rolando Vázquez Zarate.
Como se informara en El Peninsular, fue durante el día 26 de octubre de 1998 cuando se presentara Javier Zepeda Aguilar ante el Agente del Ministerio Público en turno a interponer denuncia, manifestando que horas antes había sido informado en su trabajo que Rolando Vázquez Zarate se encontraba internado en el hospital del IMSS en esta ciudad, ya que dos días antes alrededor de las 02:00 horas de la madrugada se encontraba en compañía de unos amigos, siendo uno de estos Fernando Cobos Joaquín y del otro no recordaba su nombre, mismos que se encontraban en el bar denominado «El Rodeo», ubicado en las calles Revolución y 16 de Septiembre en esta capital.
Agregando el denunciante que al salir del mencionado bar Rolando Vázquez Zarate, se lió a golpes con dos sujetos que laboraban en la constructora denominada Divas, tomándolo uno de ellos por la espalda, cayéndose Vázquez Zarate al piso, lugar donde continuaron agrediéndolo a patadas, además de golpearse la cabeza contra la banqueta, causándose así lesiones de gravedad que le provocaron la muerte el día 29 de octubre de 1998, determinándose después que había fallecido por traumatismo cráneo encefálico severo secundario a fractura de cráneo.
Estableciéndose después en las investigaciones a cargo de la Policía Ministerial del Estado, que los presuntos agresores respondían a José Alfredo Hernández Zamora y José Antonio Ruiz duran, llevándose a cabo la detención del primero en cuestión de meses, y hasta el año pasado la captura de Ruiz Durán, más el primero se declaro confeso del agresión deslindando de responsabilidad al soldador, derivándose así la sentencia absolutoria a favor de José Antonio Ruiz Durán.