En este Carnaval no podían ausentarse los tradicionales juegos mecánicos, pero hay uno que llama poderosamente la atención, TURBO FORCE. Su tamaño es superior a cualquiera que hayamos visto en esta ciudad, y es posible observarlo prácticamente desde cualquier punto del malecón.
El costo por persona es de 80 pesos, alcanza una velocidad de 130 km/h, así como una altura de hasta 45 metros. En la parte central como a unos 15 metros de altura, se ubica una imagen de San Judas Tadeo; a pesar de, para algunos, dar la impresión de que es para protección de los pasajeros, en realidad conmemora el día en que llegó este artefacto a nuestro país, proveniente de Europa.
El juego consta de un eje de 40 metros de largo, con una cabina en cada extremo, donde viajan 4 personas, 2 con vista al mar y 2 hacia el centro de la ciudad. Una de las cabinas cuenta con cámara, para que los acompañantes y curiosos puedan ver más de cerca las reacciones durante el trayecto.
¡Ni loco me subo ahí!
El recorrido consiste, en principio, en 3 vueltas sobre el eje de la inmensa barra que conecta a las cabinas, posteriormente, los pasajeros de un extremo se quedan suspendidos en lo alto, mientras los del otro bajan del juego para que suban 4 nuevos valientes, que darán 3 vueltas para luego quedar suspendidos, y así sucesivamente.
En tierra, es posible escuchar algunas impresiones de los asistentes, “No, yo me muero”, “ni loco me subo ahí”, comentan algunos. Es de llamar la atención que quienes más suben a este juego son mujeres, quienes, en su mayoría, lucen emocionadas, eufóricas. En ocasiones, incluso gritando antes de ponerse en marcha.
De inicio, el movimiento es lento, pero poco a poco comienza a subir la intensidad, alcanzando una gran velocidad, mientras las cabinas se columpian de un lado a otro, dando la impresión de que en cualquier momento pudieran desprenderse, para un trágico desenlace.
Sin embargo, de acuerdo con Bonifacio Collazo, uno de los operadores, se han tomado todas las medidas de seguridad permitentes. Es primordial que el seguro ajuste adecuadamente, por lo que no pueden subir personas con un grado alto de obesidad, para no ponerlas en riesgo. Además, asegura “nunca ha pasado nada, a veces han caído zapatos, pero nada más”, y sostiene que “nadie se marea, ni se siente mal, porque el juego es pura adrenalina”. De manera que esta es una buena opción para quienes gustan de la altura y la velocidad.